Palabras derrotadas



¿Y si cae la noche sin ánimo ni sonido,
franqueando los pasos que no llevan
a los puertos seguros,
donde el viento se desteje las manos?

Errante y lenta avanza la penumbra
buscando sollozos pasados
entre los rescoldos de las marcas
de las sonrisas que volaban cielos errados.

¿Y si marca la noche las líneas
que unen los puntos de esta agonía forzada,
atada al abismo de secretos adormilados
y llantos silentes que vienen en puntas de pie?

Taciturna, como los faros lejanos
que miran heridos entre humos,
que descienden hasta los huesos
y lucha contra su esencia de miedo y lágrimas.

¿Y si se detiene en este segundo
y se perpetua tatuando el hoy
con estos miles de pasos
que atracan en un mar bravío e inalcanzable?

Susurrando y muriendo se abalanza
abriendo sendas desconocidas
en los rincones caídos
dónde habita el desamparo del silencio.

¿Y si se pierde en la bruma
que deja la luna encallada en las pupilas
negándole a la tristeza
su espacio definido?

No se apura la noche a cubrir el instante,
se queda callada, mirando de frente
esa forma que dibuja la ausencia
y convierte en nada estas palabras derrotadas.