
Tras el cristal se consuma la incertidumbre:
llueve furiosa la noche
anegando mis pensamientos.
En el reflejo soy la sombra
de labios agrietados
que desgarra en silencio
un minuto que se ha quedado
detenido frente a mis ojos.
Una noche que no avanza,
que lleva en sus entrañas
presagios angustiosos.
Mi mente se dispersa
ante lo inevitable:
la soledad con tu nombre.
Bailan las notas
de un bandoneón en queja
que repite tus besos.
Tan quedo susurra el aire...
Me miro desde fuera
y me tomo de la mano
queriendo deshacer los días,
reacomodarlos en torno a tu boca.
Tanto silencio...
Tanto silencio y tanta lluvia.
Se parecen estos segundos,
uno y otro
tienen el mismo tono,
el mismo rostro,
el mismo aroma.
Mis pasos
se quedan detenidos
junto a mi sombra:
ese reflejo
que miro callada.
Duerme la vida,
sueña mis sueños
y me deja vacía.
Ahora recupero el aliento
que perdí en un beso
que acuné en tus labios.
Hoy tendré la calma suficiente para llorar...
2 comentarios:
Poema triste Milena, la humedad que es de los ojos, la ventana y el alma.
Solo queda, llorar y dejar que pase el tiempo, solo queda por desgracia el fuerte sentimiento. Bueno Mile en fin un poema lleno de suavidad y sentir. Me gustó.
Un beso. Att. Edmy
Edmy.. niña... a veces no sé cómo agradecerte el tiempo que dedicas a mis versos, y a ir más allá de las palabras, pero bueno... espero que sepas que en serio es algo que me llena de alegría
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